Se trata de un rincón natural donde se sirve el espumante más famoso
El mundo tiene rincones asombrosos y fascinantes, pero desde ahora habrá que contabilizar uno más porque “Las colinas del Prosecco” de Conegliano y Valdobbiadene, ubicadas en la provincia de Treviso, al noreste de Italia, son desde ahora Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El canciller italiano aseguró que “su belleza paisajística, cultural y agrícola única, junto al gran trabajo promocional de equipo del sistema país, hicieron ganadoras a esas colinas”.
Se trata de la región de colinas donde se produce el vino espumante italiano famoso en todo el mundo. Así lo anunció horas atrás el canciller italiano, Enzo Moavero Milanesi, en su cuenta de Twitter, donde agregó: “Las espléndidas colinas del Prosecco de Conegliano y Valdobbiadene son desde hoy el 55 sitio italiano inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. Con la decisión del Comité de Selección se reconoce el valor universal de un paisaje cultural y agrícola único, originado por una extraordinaria y sabia interacción entre una actividad productiva de excelencia y la naturaleza de un territorio fascinante”.
El Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO llevó a cabo su sesión número 43 el fin de semana en la ciudad de Baku, en Azerbaiyán, donde los 21 estados miembros votaron en forma unánime sobre este tan bello rincón del continente europeo. El país de la “bota” lleva adelante un reconocido trabajo en la promoción de una nación que agrupó a todo el Estado en el objetivo de potenciar todos sus atractivos, además de los mundialmente conocidos tesoros como el Coliseo romano, la ciudad de Venecia o la costa Amalfitana.
Las Colinas se suman a otras más de 1.000 localidades del planeta que son Patrimonio de la Humanidad. Para los italianos, “fueron 10 años de trabajo y necesidad de mostrar esta porción única y particular del territorio véneto”, subrayaron las autoridades locales ahora cuentan motivo para ser una de las naciones con mayor cantidad de turistas de todo el planeta.
El espumante más famoso
Ahora, con el ingreso de las Colinas del Prosecco de Valdobbiadene y Conegliano a los sitios que son Patrimonio de la Humanidad, la bebida espirituosa, símbolo del “Made in Italy”, ayudó bastante a esta decisión más allá de que Unesco no premia un producto. El Prosecco, de hecho, es el vino espumante italiano más bebido en el mundo, con liderazgo en Gran Bretaña, donde una de cada tres botellas de vino que se compran son de Posecco.
“Lo confirma el aumento récord de las exportaciones en 2019, equivalentes al 25%, con la previsión de alcanzar el valor de 1.000 millones de euros a fin de año”, explicó la organización que ahora pasa de tener unas de las bebidas más reconocidas del continente, a toda una región única en su naturaleza, en sus paisajes, en colinas repletas de verde sin pesticida alguno, en un rincón natural de gran valor para la humanidad y todo aquél que tenga la suerte de poder visitarlo.
Según la agencia ANSA, “se trata de un resultado que “era esperado, que reconoce la importancia de un territorio de extraordinario valor histórico, cultural y paisajístico capaz de expresar una producción que supo conquistar preferencias a escala mundial”. Sobre su elixir, “según datos del Instituto Nacional de Estadística italiano (ISTAT), se vendieron al exterior dos botellas de Prosecco de cada tres, de las 466 millones vendidas el año pasado. Desde hace mucho tiempo, Gran Bretaña, es el país que más lo consume”.